Curso online.Iluminar la sombra.Cuarta Parte.Carl Jung creía que Dios podía ser encontrado,dónde menos queremos mirar,en ese lugar dónde más nos resistimos a buscar.Nuestro objetivo decía Jung,no es llegar a ser buenos,sino llegar a se auténticos.

Para llegar a ser auténticos debemos iniciar un proceso que Carl Jung,le llamó iniciación.
Iniciarnos ,significa llegar a conocer de qué somos capaces,cuáles son nuestros límites,nuestros odios,y nuestros deseos.
Cuando somos capaces de descubrir cuáles son nuestros límites,cuáles son nuestros odios,y cuáles son nuestros deseos,estamos iniciándonos.
Cambiar,es ser cambiados
Pero nosotros queremos cambiar sin ser cambiados,queremos que ese cambio se efectúe como yo quiero,y no «dejarme ser cambiado».Queremos tener una nueva imagen,pero no estamos dispuestos a sufrir las incomodidades,las molestias y el desequilibrio que necesariamente acaompañan todo cambio interior.
Ponernos en contacto con el inconsciente,con nuestro dolor,con nuestra herida,no es para nada agradable,pero cuando tomamos la decisión de hacerlo ,se inicia un proceso alquímico.Los alquimistas usan un vaso hermético,dentro del cuál ponían la materia prima,con la cuál se formaba la «masa confusa».
Mirar adentro
Cuando empezamos a mirar dentro,empezamos a ver toda esa confusión que hay en nuestra mente,y esto nos da miedo.El poder del arquetipo no radica únicamente en la emoción, sino en que expresa al mismo tiempo un instinto biológico y espiritual (desvelado en el símbolo).
De ahí su vinculación con la imaginación y su capacidad para raptar la voluntad. La tendencia humana a formar arquetipos es tan natural como la de los pájaros a construir nidos. Los arquetipos no se enseñan en las escuelas, sino que venimos con ellos al mundo (el viejo tema del innatismo). Son la expresión instintiva de la especie.

Sus formas y figuras son interminables, nunca llegaremos a comprenderlos del todo y, aunque llegásemos a identificarlos, no agotaríamos sus significados.
Se encuentran en las mitologías, los cuentos y las leyendas antiguas, pero también en las fantasías de hoy. Impresionan y fascinan porque pertenecen a la estructura heredada de la psique y porque, en un nivel más profundo, son órganos de percepción psíquica esenciales para el desarrollo espiritual.

Para Jung la sabiduría consiste en armonizar lo consciente y o inconsciente. Esa es la misión trascendente de la psique, el fin último del individuo: la superación del yo y la conquista del sí mismo (Selbst). Una conciliación de los opuestos que encuentra expresión simbólica en el Niño, el Círculo o el Mandala.Curso online.Iluminar la sombra.Cuarta Parte.